


Te contaremos la historia de un hombre llamado César, una persona que pasó parte de su vida trabajando en paleterías, con el sueño de algún día tener la suya propia. Aunque la idea lo acompañaba todos los días, con el paso de los años ese sueño parecía volverse cada vez más distante. Sin embargo, César nunca dejó de soñar.
Un día, armado de valor y con el apoyo incondicional de su familia, decidió que no dejaría que su sueño se desvaneciera. Juntos, se comprometieron a arriesgarse y a luchar por aquello que tanto deseaban. Así, con mucho amor, esfuerzo y un toque de sabor único, nació Don Pelín.
Don Pelín no es solo una paletería; es el fruto de la unión y determinación de una familia que cree en el poder de los sueños. Aquí, cada paleta cuenta una historia, cada sabor es una tradición y cada cliente es parte de nuestra familia. Queremos que, al probar nuestras paletas, no solo disfrutes de un delicioso sabor, sino que también te inspires a soñar en grande, como lo hicimos nosotros.

